sábado, 19 de abril de 2014


En ese ajetreo estúpido e incierto que nos entrega la vida a veces y en el cual me desplazo constantemente, detrás de una fórmula que idee para salvarme; dejé de ser protagonista en cualquier historia, no quería un guión nuevo para echar a correr un film. Cansada como dije de los menesteres cotidianos, preferí el silencio de encontrarme siempre sola, contando ladrillos en la pared, donde se apoya mi computador, contando las veces con que una araña cruzaba el muro sin intimidarse siquiera por mi atenta mirada y las veces que abría y cerraba el refrigerador en esa manía irracional que aprendí de pequeña.
Por ello corrí las cortinas que me comunicaban con el exterior. Pero la voz y la sensación de seguir abrazada a una poesía incomodaban mis días; eran días críticos. No dormía bien, un insomnio me hacía quedar con la vista pegada al techo de mi habitación por horas. La inquietud de no encontrar respuestas a lo que pensaba y sentía. Un caos dentro de mi propio ser.

Afuera el tiempo se iba en voraces parlamentos de personas que no conocía, ni me importaban porque ansiaba estar adentro de aquella poesía. Una poesía de anteojos y sombrero que se metió por mis venas y no me dejaba opción sino amarla con todo este fervor que no conocía y me quemaba entero el pecho.

domingo, 13 de abril de 2014

A esa hora en el sol la silla de totora y la fogata en donde mi abuela ponía su tarro a hervir la fruta que iba sacando de un canasto de mimbre mis ojos en sus manos, tanto que ella afanaba y el calor sobre la frente y yo pequeñita apenas me veía, a ratos mi padre me subía a sus brazos en un vuelo de aeroplano consumía mi cabeza adentro del canasto.

BELLA PRINCESA

Voy a salir por esa puerta con mi vestido de princesa
nada de enojos siempre hay  luz al otro lado
mis tacones rapean el pavimento
y esa musiquilla me sobresalta el alma.
Voy a llevar este vestido de princesa
Con el pelo afirmado a esta corona
que se mueve al son de tantos pensamientos
y las palabras de ser una bella princesa.