domingo, 22 de diciembre de 2013

AL OÍDO

Casi al borde del apuro doy vuelta la llave y entro. El perfume de algunas flores en un viejo frasco y sus pétalos esparcidos sobre la mesa me recordó que nadie es perfecto y que el atropello y la falsedad existen. Me hundo en el sillón, observo el jarrón y los pétalos, recuerdo con enojo muerdo mis labios en silencio. Suena el celular y contesto: “tengo dos palabras que decirte, déjame decirte estas dos palabras y me callo: te amo negra…” quedo con el aparato girando entre los dedos, la voz salida de ahí dentro y los ecos de nadie en una sala vacía. La sospecha es real ya no más mentiras. Me pongo de pie, dejo el celular en la mesa, ordeno mi pelo, seco las lágrimas que no paran de caer y salgo de la casa de mi amiga, repasando una y otra vez la voz de él, al oído: “ …te amo negra”.


sábado, 21 de diciembre de 2013

FLORES EN EL PELO

Estuvo un rato observándome, afuera el aire sucumbía por los pasajes, el sol quemaba fuerte sobre el asfalto y otro tanto, daba justo en los ventanales. Era el chico de veinte años con sus ojos, cabellos y sonrisa de veinte años. Manos en los bolsillos, traicionado por ese pequeño gesto, intuí; temía revelarse. Bajó la cabeza cuando me dispuse a hablarle, repasó con un dedo las líneas de los bordes que se contabilizaban en mi escritorio. No puedo precisar el tiempo dado en ese acto, sin embargo tenía el impulso de tocarlo. Adivinando esta intención, paseó uno, dos pasos hasta quedar casi rozándonos la nariz. El chico de veinte años, con sus ojos, cabellos y sonrisa de veinte años, sacó sus manos de los bolsillos para alargarlas hasta mí: “tienes flores en el pelo”.


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jueves, 19 de diciembre de 2013

Cuando se acaba el embrujo, el viento apaga el tinte de alguna lámpara. Las constelaciones bajo ese prisma, inmovilizadas no hablan con nadie. La magia se acaba y el hielo se deja caer como fantasma.
Cuando se acaba el embrujo los ojos se abren, no más sueño sino verdades y el mar es sólo mar, las flores sólo flores, los senderos se recogen, como antes, todo vuelve a ser tan real…



 

miércoles, 18 de diciembre de 2013


Allá alguien exclama las vueltas y los compases atroces, me pierdo, suelo estar fuera del círculo, allá la vida y sus girones, me siento a soportarla, es una coartada pienso. Adivino las palabras, los nombres de quienes entran o salen son todos cómplices. Allá nunca el aire viene ni hay suficiente espacio para estirar mis alas…



 


DORMIDA

Me quedé dormida apegada a la pared, en ese instante nadie vino y dijo. Mi sueño apegado a la cal, mis cabellos topados al suelo. Nadie vino y dijo. Estuve sentada al piso dormida apoyada a la pared mucho rato. En este pasaje presentía, venías a buscarme, tal vez venías, por esa razón, nadie vino y dijo.

 

Un corcel despiadado atraviesa en furia los sembrados. 
Dije; un corcel despiadado… 
rompe el sol entrometido venciendo la tierra.