domingo, 28 de junio de 2020


OLVIDO

Juré no sacar más el tinte de tus escritos desde el día que decidiste no volver. Ese surco va destellando la tarde con la luz del recuerdo sin embargo no altera el trance que acumula mis emociones. Un naufragio ocurrió desde entonces, no hay nada para rescatar. Confundí las sílabas, dije malas palabras, lo siento son remolinos que se fueron con la tormenta. En la propuesta del destino, una baraja de naipes sobre mi mesa; tomé algunas y las acomodé bajo la manga, fui en la fauna la más endiablada, bebí los néctares directamente de una jugosa uva, no se estremeció la hoja ni la parra, hubo elegancia y cuidado. Cuando pude, resistí la luz en cuartos oscuros al desglose de una nota, no perturbé los silencios, fue en total misericordia: siempre mi vuelo propuso ser certero entre los ríos y el bosque. No culpo a nadie, no quiero que me culpen, ese antojadizo paraíso del que hablamos tal vez exista, cuando puedo lo visito desde otra galaxia… debo contarte, aun conservo barajas entre las mangas.

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