sábado, 6 de febrero de 2016

RUTA II

Este es el último de mis vinos, leo con dificultad la etiqueta y razono…

La lluvia afuera cae sin piedad contra los granos de uva y los gorriones insisten como equilibristas sobre los cables eléctricos. La nubosidad de un mal día tal vez. Esta casa sin ruidos por eso destapo la botella y vierto en una copa. A veces descubro mis sueños entre las líneas de un escrito en un diario “se vende parcela a bajo costo” “se vende Toyota último modelo” “busco marido de cincuenta años” “vendo biblias” …  En las afueras de este pueblo los autos veloces buscan destino y las aves que peregrinas dan saltos en los sembrados asustadizas de los gatos.  No suelo dormir, mis rincones desiertos, no guardo cuadros para colgar ni esos adornos obsoletos que indican este es tu hogar o tu estilo como esas mujeres sofisticadas con tanto rush en los labios. Apilo libros de diferentes autores en una pequeña mesa de escritorio los leo de a uno a hojas saltadas cuando tengo ánimo copio algunas frases no sé para qué la filosofía de toda esa gente perdida, me digo cuando los miro de reojo entre la tele y la ventana. Y voy por esta ruta incierta de una caja con agujeros allá afuera alguien como yo pase un mal rato con esta lluvia que destroza los granos de uva que nunca cosecho y haga temblar los cables eléctricos donde gorriones insisten en el trapecio. 

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