sábado, 6 de febrero de 2016

TATUAJE


Voy a tatuarme tu nombre así de corrido en esos bríos de caballos galopando por mis venas, por mis células, allá en ese callejón de la nostalgia, un verbo, una etiqueta, será tu nombre, con esas iniciales de fechas sobre una pirámide, en el surco de mi antojo como si fuera forzada a creer en ti siempre y para siempre en esa obsesión de la palabra, de los argumentos, de las contradicciones, de los malos tiempos, de los cambios entre fase oscura o fase clara que tiene a veces tu luna. No tengo sino esto de ser toda vida para ti, ser la sucesión de tus versos, de tus sueños que caminan entre mis noches saltando de calor, de frío porque mis desvelos son pasiones, obsesiones, letargos …  Tatuar tu nombre mezclado con mi sangre en ese pacto que dice “sin olvido”, en la resistencia total como la única batalla que nos queda, en ese juicio sufrible de cargos por ser cómplices de una rebelión echa a pulso tangible, indestructible, amenazado de suicido como un disparo en la cabeza, como caer a un arrecife en la velocidad fulminante de esta vida en la que yo estoy y estaré para ti. ¡Qué importa sea profano! He ido y vuelvo al infierno y caído al edén tantas veces… 

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