miércoles, 17 de octubre de 2018


DÉBIL ...

En la armonía de la vida una palabra vence en los labios el beso ... los atardeceres en la ciudad siempre son melancólicos el invierno hace lo que quiere en las cúpulas de las torres. Hace tiempo un poeta ya lo dijo para entonces todos nos quedamos pegados en nuestros propios versos de mala manera escritos en esa soberbia impaciente del que cree es un buen escritor.
Para entonces yo bordaba camelias en un pañito cerca de la cocina en donde mi abuela cocía peumos y las risas de muchos hermanos contagiaba la casa. Para entonces mi poesía era débil pensando en qué momento vendrías ... lo supuse porque mi ventana siempre daba a la calle. Mi poesía era pequeña se abría en una hoja carta y se cerraba con un clip aprisionando los bordes. Yo era débil una pluma que volaba sin impulso y sin destino porque pensaba en tus ojos como la luz de un asteroide a mi corazón. Y te pensaba cruzando el umbral de la casa asomado a esas palabras que da vida en los labios el beso.
Ya dije era débil ...


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