martes, 30 de octubre de 2012

UNA ESCENA SIN EXPLICACIÓN

 (Del libro Sinfonía Rockera de Ivonne Díaz Cornejo)

 "Quedé de pie, masticando sus palabras, enojado conmigo mismo, apoyado al techo del vehículo. Después de un rato, abrí la puerta y subí, me senté al volante y aceleré a máxima velocidad, una carrera enfermiza en la carretera. Los otros conductores hacían sonar sus bocinas para que dejara de correr, sus alarmas eran inútiles, yo no estaba siendo cuerdo, en ese minuto mis pensamientos volaban hacia otro lado. En mi oído las palabras de Elena hacían eco a cada instante, en una actitud mordaz y poco creíble ¿qué le estaba pasando?, nosotros habíamos planeado liberarnos, una libertad seductiva y fácil de llevar a cabo. Ahora ella ahí, a mi lado, ida, yo sin poder alcanzarla con mis sentidos. Su postura me hacía enfurecer, también abría demasiadas incógnitas sobre lo que pudiera venir después. Una oscilación vertiginosa, sin remedio atentando nuestra relación. Pero Elena no desertaba en sus ideas y me dejaba enrabiado sintiéndome menospreciado, sin salida, dentro de un túnel muy oscuro, con un sabor ácido en la boca. Iba entonces, batallando con estos sentimientos cuando sorpresivamente, en una de las tantas curvas de regreso, casi fuimos aplastados por un tremendo camión con acoplado. En la próxima parada, Elena furiosa golpeó mi cara, tomó su bolso, levantó el dedo, detuvo un bus y subió a él, sin dar tiempo a oponerme. Me dejó solo, aferrado al volante, repasando escenas de los dos en la memoria. No sé por qué esta mujer se complacía en manejar a su antojo mis estados emocionales. He dicho que soy un tipo que no acostumbra a estallar en alborotos, dando brincos de alegría, ni a caer estrepitosamente en los convencionalismos de los demás, pero con ella, estaba dispuesto a girar y replantearme ciertas cosas con respecto a mi personalidad. Conduje cuesta arriba, cuesta abajo durante varias horas, sin animarme a regresar. Estacioné el vehículo en una cantina, ahí adentro bebí hasta el mediodía. Borracho y sin plata dormí sobre una mesa infestada de vino y babas de otros que cabeceaban sobre ella."


No hay comentarios:

Publicar un comentario