sábado, 1 de octubre de 2016

      TU LIBRO

Hundirme de pasión en esa poesía tuya que me estimula el alma a ojos cerrados en una barcaza allá lejos con esa musiquilla de versos que corren desde las hojas de tu libro hasta las arterias que cruzan mis sentidos, mis células… mi entraña.
Estoy hilvanando tus palabras en el ruedo de mi vestido, trenzándolas en mi pelo, jugando con mi boca, apretándola con mis labios.
Tu poesía que es agua de ningún manantial, de ninguna vertiente pues no va hacia ningún mar sino se queda para el goce de mis manos, de mi vientre, de mi cara, de este corazón.

Y ser tú mi poesía con esas manos que escriben, en esa fe del hombre y su amor llano, profundo, claro, imbatible, sincero, almácigo de una reserva cósmica irreversible y cálida con que se abre este universo de ser tú mi poesía que se guarda y se muestra bajo y sobre mi piel, de estar lejos o cerca,  de tu libro azul que se duerme entre mis piernas cuando la noche es larga y no deja de llover. 


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